En esta ocasión, tenía ganas de tratar un tema sobre el que ando pensando desde que se juntaron en mi cabeza un popurrí de acontecimientos.

  • Terminé de diseñar un par de juegos de rol propios.
  • Terminé de jugar (varias veces) la obra maestra (porque sí, porque lo digo yo) que es Detroit: Become Human.
  • Terminé de de visualizar ese film interactivo que es Bandersnatch.
  • Terminé de leer uno de los últimos “ComicJuegos” que han llegado a mis manos: Cautiva.

Total, que después de leer y ver numerosas reseñas, alabando, criticando, enjuiciando y “desmigajando” el film de Black Mirror, he decidido hacer lo propio. De un modo un tanto personal (y algo superficial, por el tiempo disponible, más que nada) y sobre todo, desde una perspectiva de aprendizaje y de aporte a los proyectos lúdicos que podemos desarrollar.

Y toda esta reflexión, me ha llevado a algunos planteamientos básicos:

  1. ¿Qué es el concepto interactivo?
  2. ¿Realmente trabajamos las decisiones de una forma adecuada?
  3. ¿Hasta donde llegamos con la gestión de las consecuencias?
  4. ¿Valoramos la sorpresa como herramienta efectiva?
  5. ¿Accesibilidad o profundidad? ¿O una combinación de ambas?

Así que después de más de un año de una promesa incumplida, vuelvo con un pequeño “amasijo” de ideas juntas, a ver si consigo sacar algo en claro. O por el contrario, se generan más puntos de reflexión.

Lo cual, estando como estamos, también es un logro.

PD: Por supuesto, no os toméis nada como una verdad absoluta. Pues no las hay. La diversión y el disfrute que siente cualquier persona ante una experiencia de este tipo es muy personal, para que nadie le diga como se tiene que divertir.

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